Un sillón sexual, baños a todo lujo y piscina, son parte de los privilegios que denunció Gendarmería de Chile, que tendrían los comuneros mapuches presos en la cárcel de Ángol. Los miembros de la institución carcelaria, indicaron que los beneficios que mantienen hasta hoy los comuneros internados en esta cárcel, contemplan además el ingreso de corderos vivos, los cuales posteriormente son faenados por los propios internos, hecho que rompe todo protocolo del régimen con el cual viven los otros presos del recinto carcelario. Todos los insumos denunciados por los funcionarios, quedaron al descubierto tras el motín realizado por los reclusos el domingo 7 de mayo, donde tres funcionarios de Gendarmería fueron secuestrados, como protesta por la suspensión de visitas durante el día de elecciones. En esa jornada, funcionarios de Gendarmería, tras contener el motín, encontraron chicha artesanal, celulares, cuchillos y el famoso sillón tántrico sexual, instalado en la habitación de los reclusos reciben a sus parejas. “Es probable que algunos de esos elementos hayan estado autorizados, otros forman parte del allanamiento, por eso solicité una investigación al respecto”, señaló el Ministro de Justicia, Luis Cordero.
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