A medida que la guerra entre Rusia y Ucrania continúa intensificándose, informes de inteligencia ucranianos, señalan de un particular reclutamiento de nuevos soldados rusos por parte de Vladimir Putin. Se trataría de la incorporación a las fuerzas regulares que están combatiendo en Ucrania, de prisioneros carcelarios rusos infectados con enfermedades como el VIH y la hepatitis C. Según los informes, analizados y visados por Kiev, el Presidente ruso a través de la organización paramilitar Wagner, la cual es calificada como “el ejército privado de Putin” ha estado realizando una campaña masiva de reclutamiento, donde la falta de escrúpulos y la política de “ojos vendados”, es la directriz que prima para reclutar voluntarios.
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