Veinte millones de toneladas de trigo ucraniano, están retenidos en los puertos sin poder ser exportados a través del Mar Negro, producto de la invasión rusa, según anunció Josep Borrell, Alto Representante para Asuntos Exteriores de la Unión Europea. Borrell declaró “esto es un verdadero crimen de guerra. No se puede utilizar el hambre de la gente como un arma”. El alto funcionario de la UE confía que las Naciones Unidas logre un acuerdo que permita que los cereales puedan viajar y evitar una crisis alimentaria mundial.
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