Emulando lo que hizo Hitler con sus bombas V-2 en Londres, en la II Guerra Mundial, 81 años más tarde, Vladimir Putin, en una suerte de copy-paste bélico, intenta aterrorizar a la población civil ucraniana, intensificando el infernal bombardeo de Kiev, a través de sus drones “kamikaze” de procedencia iraní. Su finalidad es lograr que Ucrania, apoyado por Estados Unidos y la Unión Europea, negocie un acuerdo de paz a cambio de territorio. Otro país preocupado por la alta precisión del ataque con drones Iraníes es Israel, que teme que, a futuro, puedan utilizar estas nuevas “bombas voladoras” en su contra.
Suscríbete al boletín:
Suscribete Gratis