Con la solicitud urgente de que se envíe personal del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), para realizar una inspección a la central ucraniana en Zaporiyia, Vladimir Putin quiere demostrar su preocupación por la seguridad, no sólo de Ucrania y Rusia, sino que también de sus vecinos, como por ejemplo Rumania. La sugerencia nació de un llamado telefónico que sostuvo Putin con el presidente galo, Emmanuel Macron. En la ocasión, el líder ruso aprovechó de culpar a las tropas ucranianas por los bombardeos sistemáticos en la zona. La versión de Kiev acusa a la federación rusa de almacenar armas pesadas en la central y ser su centro de operaciones.
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