Nuevos vientos de guerra en la Península de los Balcanes. Belgrado puso en alerta máxima a sus tropas en la frontera.

Un nuevo conflicto se cierne sobre Europa. Esta vez es entre Serbia y Kosovo, debido a desacuerdos sobre placas de automóviles, lo cual ha encendido la chispa de un estallido político y étnico que aún no cicatriza. Kosovo nunca ha sido reconocido como Estado por Serbia. Las escaramuzas comenzaron el 10 de diciembre, con barricadas por parte de la minoría serbia que vive en Kosovo. Hasta la fecha la policía kosovar ha debido clausurar tres puestos fronterizos con Serbia: Jarinje , Brnjak y hace pocas horas el principal Merdare. En Kosovo, la población es principalmente de origen albanesa, y su independencia se declaró en 2008 y afín a los Estados Unidos, mientras que Serbia, lo es con Rusia. El gobierno de Belgrado (Serbia) puso a su Ejército en alerta máxima el día martes, mientras que el gobierno de Pristina (Kosovo) pidió la intervención de la OTAN para eliminar el bloque o iban a ser ellos quienes levantaran las barricadas.