En febrero de este año, conforme destacó el Presidente Gabriel Boric en su cuenta pública, concluyó el proceso de empadronamiento biométrico de extranjeros que ingresaron al país por pasos no habilitados. Según el Servicio Nacional de Migraciones, se registraron los datos de 182,119 personas. El director del servicio, Luis Thayer, enfatizó que este proceso no solo permitió obtener información crucial sobre migrantes en situación irregular, sino también sobre sus características, fundamentales para decisiones en políticas públicas.
Los resultados de una encuesta aplicada a 2,567 sujetos revelaron que la mayoría tiene empleo y arraigo familiar, con casi un tercio con estudios superiores completos. Además, dos tercios ingresaron a Chile entre marzo 2018 y febrero 2022, destacando que solo un 2.3% llegó después de mayo de 2023. El 42.9% de los encuestados tiene entre 30 y 44 años, mientras que el 90.1% proviene de Venezuela. Más del 85% declara tener empleo remunerado, aunque solo el 34% cuenta con contrato escrito y el 36.4% gana menos del sueldo mínimo.
Destaca también que el 71.2% tiene al menos un hijo y el 13.3% tiene un hijo menor de 18 años con nacionalidad chilena. La principal motivación para empadronarse fue la posibilidad de residir legalmente en Chile, aunque aún no se han anunciado procesos de regularización por parte del gobierno.
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