Con el fin de evitar un apagón eléctrico, ante la eventualidad que ya no puedan contar más con el gas ruso, Alemania y Austria decidieron mantener las plantas a carbón, medida que se espera sea imitada por más naciones europeas. El gas que cada vez se ve más restringido, en respuesta a las sanciones aplicadas al Gobierno de Moscú, deberá ser sustituido por el momento por el carbón. Sin embargo Alemania espera eliminar como fuente de energía a este mineral para el año 2030. Esta situación puntual no altera la intención de la nación germana de dejar de depender del gas ruso para el 2024.
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