Miles de personas pasaron la noche más fría de Londres en meses, haciendo fila para ver el ataúd de la Reina Isabel II, en la Catedral de Westminster. Las autoridades advirtieron este sábado a los dolientes, que se teme que puedan enfrentarse a esperas de hasta 16 horas hasta llegar al féretro de la fallecida monarca. En esta larga vigilia, este viernes por la noche, la policía derribó violentamente a un hombre que se acercó “peligrosamente” al atáud. El desconocido alcanzó a tirar del estandandarte real, que cubre el féretro y donde está puesta la corona de Isabel, de casi un kilo y medio de peso, que contiene 2.901 piedras, incluidos diamantes, zafiros y el Rubí del Príncipe Negro. El atacante fue detenido y acusado de “ofensa al orden público”.
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