El apoyo de China a Rusia, a través de la compra de petróleo y gas, está irritando notablemente a Washington y elevando el riesgo de represalias estadounidenses, dicen observadores extranjeros, aunque no ven claras señales de que Beijing esté ayudando a Moscú a evadir las sanciones por su guerra contra Ucrania. La importancia de Beijing como salvavidas para el Presidente ruso, Vladimir Putin, aumentó el lunes después de que la Unión Europea, conformada por 27 naciones, acordara detener las compras de petróleo.
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