En respuesta al ataque Ucraniano con drones acuáticos al puerto de Sebastopol (Crimea), la cual se encuentra en manos rusas desde 2014, la Confederación Rusa en venganza bombardeó con 50 misiles aire-tierra objetivos energéticos ucranianos en Kiev, Jarkov y Zaporiyia. Según informaciones del alto mando ucraniano, al menos 44 de ellos fueron derribados por sus defensas antiaéreas. Sin embargo, los restantes dieron en el blanco, e incluso afectando a la ciudad de Naslavcea, en Moldavia. El alcalde de Kyev, Vitali Klichkó, informó que tras el ataque ruso, el 80% de la capital ucraniana está sin agua ni luz.
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