En Chile, el completo es más que una comida rápida; es un ícono cultural que ha generado intensos debates sobre el orden de sus ingredientes. Según un reciente estudio de Cadem, la mayoría abrumadora de los chilenos, un 82%, prefiere colocar la palta sobre el tomate en esta preparación. Solo un 10% defiende la posición contraria, mientras que el 8% considera irrelevante el orden. Este hallazgo, basado en el informe 5C de la consultora, pone fin a una discusión que ha dividido opiniones por décadas y refuerza la tradición culinaria nacional. Originado en la década de 1920 como una adaptación del hot dog estadounidense, el completo ha evolucionado para incluir ingredientes locales como el tomate y la palta, consolidándose como un símbolo de identidad. Celebrado cada 24 de mayo, este plato trasciende generaciones y clases sociales, demostrando su perdurable popularidad y relevancia en la gastronomía chilena.
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