Fin a la comida chatarra y reemplazo de combustibles fósiles, son parte de las propuestas que hoy se aplican con éxito en nuestro país. El Senador PPD, Guido Girardi, propuso a los líderes del mundo reunidos en la COP26 replicarlas en todo el planeta.
Cuando todo el mundo está expectante sobre qué decisiones saldrán de la Cumbre climática de la COP26 en Glasgow, encuentro que reúne a líderes de las megapotencias con renombrados científicos de todo el orbe intentando definir la suerte del clima del planeta, un grupo de jóvenes liderado por la mediática activista Greta Thunberg, protesta en las calles escocesas y pide no más “bla, blá, blá”.
Acusados de generar sólo discusiones bizantinas y nulas soluciones, la Cumbre ha sido torpedeada por críticas desde todos los frentes, por su escasa concreción de hechos viables, sobre cómo cuidar nuestro planeta. Sin embargo, desde algunos países participantes, emergen algunas ideas que podrían ayudar a la salud humana y del mundo donde vivimos. Una de ellas son las cinco propuestas que quiere aportar Chile en este sentido.
Terminar con la comida chatarra, poner fin al desperdicio de alimentos, proteger los neuroderechos, reemplazar los combustibles fósiles por hidrógeno y el cemento por madera de bosque nativo, son las cinco iniciativas con que nuestro país quiere aportar para generar el ansiado puente entre la “salud humana y la del planeta”, acciones que por lo demás ya se están aplicando en la vida diaria de los chilenos.
Así lo presentó presencialmente este jueves en el panel “Sistema de Salud inteligente para un planeta sano”, actividad paralela que se realiza en el marco de la COP26 en Glasgow, el senador Guido Girardi, miembro de la Comisión de Salud y Presidente de la Comisión Desafíos del Futuro del Senado de Chile, quién expuso ante representantes de diversos países, lo que está haciendo nuestro país en ese sentido.
“La salud que tenemos mira un mundo que ya no existe y hay que repensarla”, señaló en su breve intervención el parlamentario PPD en la capital escocesa. “La salud debe preocuparse no de la enfermedad, sino que de las causas. Tener un rol preventivo antes que reactivo y la salud ecológica, la del planeta, es lo más importante. Sin ella no hay salud humana”, señaló Girardi.
“En el mundo la obesidad es una pandemia silenciosa que nos ha atacado mucho más fuerte que el Covid-19 y ha cobrado la vida de más de 41 millones de personas al año. En Chile, ya estamos trabajando para poner coto a esta emergencia sanitaria. Para hacerle frente, pusimos sellos negros en todos los productos comestibles con altos porcentajes de calorías, grasas, sodio y azúcar”, indicó el parlamentario chileno.
Estos alimentos basura -según Girardi- son los que matan y es el principal daño a la salud del planeta. Si se logra cambiar los hábitos alimenticios se estará ayudando no sólo a la salud humana, sino también la de nuestro hogar común que este mundo. “Más de 13 millones de hectáreas de alimentos se pierden sin sentido, algo que es insólito habiendo tanta hambre en numerosos países.”, sostiene.
Según lo expresado por el parlamentario nacional en su participación en este panel de la COP26, en Chile ya se cuenta con un marco regulatorio al respecto. Existe una ley que obliga a los supermercados y grandes tiendas a donar los alimentos una semana antes que venzan, con lo cual se asegura que esa comida que iba a ser desechada, ahora sea aprovechada por quién de verdad lo necesita.
Igualmente, para Girardi la inteligencia artificial es un tema que a Chile le importa y en la cual es crucial regular. Para el representante del Senado chileno, los cerebros hay que protegerlos, ya que todas las plataformas están deseosas de capturar la atención de los usuarios para extraer datos personales sobre nuestros gustos, para más tarde modificar muestra conducta de compra, de acuerdo a sus propios intereses.
En Chile se aprobó una reforma constitucional, única en el mundo, que establece los neuroderechos, como un derecho humano propiamente tal y al cual hay que proteger. “Es la primera vez en el mundo que un país modifica su Constitución, en el caso chileno, el artículo 19, número 1°, con el fin de proteger la integridad mental de las Neurotecnologías. Hecho que hoy el país invita a replicar”, concluye Guido Girardi.
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