Este miércoles, el ministro de la Secretaría General de la Presidencia, Álvaro Elizalde, anunció que el Gobierno ingresó un veto presidencial al proyecto de voto obligatorio. Con el objeto de hacerse cargo de que en las próximas elecciones el voto debe ser obligatorio, el Ejecutivo utilizó esta facultad constitucional, para reponer la multa a todos los electores que no concurran a sufragar el día de las elecciones (chilenos y extranjeros) castigándolos con una multa de 0,5 UTM, es decir, $33 mil aproximadamente. Asimismo, la iniciativa busca restituir el feriado irrenunciable para el domingo en que ocurra la elección. Adicionalmente, el veto añade al proyecto la rebaja del reembolso para candidatos y partidos políticos, insistiendo en la disminución propuesta por el Ejecutivo. También se añaden mejoras en la regulación de la propaganda electoral en redes sociales. El ministro Elizalde señaló que “la esencia” de este proyecto contenía tres ideas fundamentales: En primer lugar, consagrar la sanción en caso de incumplimiento de la obligación de votar. En segundo lugar, permitir que excepcionalmente este año se realicen las elecciones en dos días, y finalmente, la posibilidad de” rebajar el aporte a las campañas, en la medida que exista un mayor número de electores”.
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