Nació inspirada en la película del mismo nombre. Inclusiva y prioritaria, su fin último es recrear, en la vida real, aquella historia del cine donde un niño de escasos recursos accedía a la mejor educación que podía brindarle un colegio privado. Sustentada bajo la promesa de la integración social de los niños de hoy, este jueves la Cámara Baja hizo realidad esta quimera.
Aprobado en general, el proyecto que obliga a los colegios particulares a aceptar -gratuitamente- entre sus alumnos a niños vulnerables en un porcentaje de hasta un 30% de los primeros cuatro deciles, comenzó su camino hacia la promoción de la verdadera aceptación de las minorías y grupos desfavorecidos de la sociedad, para así lograr mejorar su dignidad y nivel de vida.
Junto con ello, la iniciativa espera terminar de una vez por todas, con la discriminación que sufren día a día los alumnos con necesidades especiales, además de mejorar innumerables aspectos propios del mecanismo centralizado de postulación del Mineduc, el llamado “Sistema de Admisión Escolar” (SAE), como puede ser por ejemplo rechazar insólitamente a dos niños que viven bajo el mismo techo sin ser hermanos.
Ingresada en el 2019 por la Oposición, el proyecto ya había sido analizado y despachado por la Comisión de Educación en agosto de ese año. Tras una serie de modificaciones hecha por el grueso de la Cámara Baja, volverá a la mesa de la Comisión para revisar la inclusión de las indicaciones, que reflejan el nuevo espíritu que se le desea dar.
Adaptada para que funcione como una modificación de la ley 20.370 y al DFL 2 de 1996, relacionados con la subvención estatal a establecimientos educacionales, la diputada PC Camila Vallejos -una de sus autores- siempre señaló que el proyecto buscaba ampliar la inclusión a todo el sistema escolar, eliminando barreras de segregación socioeducativa, hecho que hoy toma visos de una posible realidad.
Rechazado en su minuto por la ex Ministra de Educación, Marcela Cubillos, quién públicamente señaló que avalar dicho proyecto “implica el reconocimiento de la izquierda de que no se la pudo con la educación pública y por eso quiere traspasarla a la privada”, su sucesor en el cargo, Raúl Figueroa, anunció reserva de constitucionalidad y amenazó con llevarlo al Tribunal Constitucional.
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