Luego que Polonia se negará a pagar su consumo de gas ruso con rublos, tal como lo exigía la empresa rusa Gazprom, la compañía decidió cortar el suministro que enviaban a través de un gasoducto. Al parecer, el gobierno de Varsovia había tomado medidas previas para evitar el daño económico que significa la medida, manteniendo 76% de capacidad en sus reservas. La empresa distribuidora polaca PGNiG, manifestó que esto es un incumplimiento del contrato pactado, sin embargo, Gazprom sigue las instrucciones del líder ruso Vladimir Putin.
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