El ataque a la base militar ucraniana de Yavoric, a sólo 25 kilómetros de la frontera con Polonia, puso en alerta a la OTAN, ya que aumenta el riesgo de que un “incidente” con un misil mal calibrado, caiga en territorio polaco, obligando a actuar a EE.UU y la OTAN militarmente, desencadenando una potencial Tercera Guerra Mundial. Vladimir Putin, sabe que si continúa su marcha sobre Polonia, Letonia o Rumania, se encontrará con la OTAN y sus aliados.
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