Con pintura roja en todo su rostro, quedó el embajador ruso destinado en Polonia, Sergei Andreyey, cuando se dirigía a una ceremonia en conmemoración por el fin de la Segunda Guerra Mundial, el lunes pasado. El ataque lo realizaron manifestantes ucranianos residentes en Varsovia. Por su parte, el gobierno de Moscú, a través de su vocera María Zajarova, condenó el acto de violencia y llamó a sus compatriotas a no dejarse intimidar. Mientras que el Ministro del Exterior Polaco, Zbigniew Rau, lamentó los hechos.
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