Al retiro de “El Pilar de la Vergüenza”, de la Universidad de Hong Kong, la siguió la “Diosa de la Democracia”, de la Universidad China de Hong Kong y otro monumento en la Universidad Lingnan, todas creadas en memoria a la masacre de Tiananmen. Hong Kong, último reducto británico y con gobierno semiautónomo, prefiere olvidar el pasado y quedar bien con Beinging. Las esculturas eran las únicas en China que recordaban la represión a estudiantes ocurrida en 1989.
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