Un joven combatiente ucraniano, debió ser operado de urgencia para removerle del pecho, un insólito elemento que se había adherido a él. En una difícil intervención, que duró varias horas, personal médico ucraniano, logró extirparle una granada alojada en su cuerpo. Pese a que la operación debió ser supervisada por militares expertos en explosivos, que debían evitar a toda costa que la granada hiciera explosión, por lo que se evitó utilizar la electrocoagulación, afortunadamente todo salió bien. A cargo de la difícil operación, estuvo el médico militar, Andriy Verba, considerado uno de los más avezados cirujanos de Ucrania.
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