Saltándose completamente el estricto protocolo de la ceremonia, el arquero de la selección argentina, Emiliano “Dibu” Martínez, fue el protagonista de una vergonzosa escena que dio la vuelta al mundo, tras ser elegido el mejor arquero del Mundial. El guardameta, tras ser llamado al proscenio para recibir su medalla y el trofeo como “Guante de Oro” del certamen, apenas se lo entregaron, ejecutó un obsceno gesto tomándolo a dos manos, cerrando la boca y haciéndolo girar de izquierda a derecha apuntando con él al público del estadio. Independiente de que Martínez haya sido uno de los héroes de la noche en Qatar, evitando el 4-3 galo en la última jugada del alargue, y después atajando un penal a Coman en la definición a penales, su vergonzoso gesto incomodó y llenó de vergüenza no sólo al resto de la delegación argentina, sino a las autoridades de FIFA presentes.
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