Apuntando al uso ilegal de los celulares de los propios reclutas, el Ministerio de Defensa ruso, quiere disipar todo vestigio de culpabilidad que le pueda caer a las autoridades militares en la muerte de 89 reclutas rusos en la base militar de Makiivka. “Este factor permitió al enemigo rastrear y determinar las coordenadas de la ubicación de los soldados para un ataque con misiles», expresa un comunicado emitido el martes en la noche por las autoridades de Moscú. La cifra, que en un comienzo era de 69 soldados fallecidos, ya ha aumentado oficialmente a 89, aunque desde el punto de vista ucraniano eran cientos de soldados más. El recinto quedó destruido por la acción de cuatro misiles que lograron impactar en la ex escuela, que había sido destinada como base para los reclutas y almacén militar.
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