El director del Instituto de Ciencias Médicas de la India, el neumólogo Randeep Guleria, dijo que el aire de Nueva Delhi es más tóxico que el humo del cigarrillo y que la esperanza de vida de sus residentes se va apagando lentamente por los altos niveles de contaminación. «La contaminación reduce la vida útil. De hecho, los pulmones de los habitantes de Delhi se han vuelto negruzcos».
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