El Presidente Gabriel Boric se vio obligado a abordar la crisis de seguridad antes de partir hacia Paraguay, debido a la escalada de violencia con 18 homicidios en cuatro días. En una declaración visiblemente molesto, rechazó las demandas de la oposición para remover a la ministra del Interior, Carolina Tohá, junto a otros altos funcionarios. Boric destacó los esfuerzos del gobierno por manejar la situación, convocando a Tohá desde sus vacaciones para liderar la respuesta. A pesar de que originalmente la vicepresidencia sería asumida por la ministra de Defensa, Maya Fernández, durante su ausencia, Boric decidió mantener a Tohá a cargo. Durante su visita oficial a Paraguay, Boric canceló una aparición pública en la feria Expo y optó por monitorear la situación desde su hotel, comunicando su decisión al presidente paraguayo, Santiago Peña. Tras reunirse en Asunción, ambos líderes discutieron medidas conjuntas, mientras en Chile se implementaron acciones como el refuerzo policial y la ampliación de operativos contra el crimen organizado.
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