Las últimas semanas han sido clave para los embalses destinados a la generación eléctrica en Chile, que han registrado sus niveles más altos en los últimos ocho años. Según el Coordinador Eléctrico Nacional (CEN), cerca de 4.400 GWh de energía están embalsados en el país, impulsados por los recientes sistemas frontales que han recargado significativamente las unidades hidroeléctricas. El informe del CEN destaca que seis de los siete embalses monitoreados muestran superávits en precipitaciones respecto al año pasado y a los promedios históricos. Por ejemplo, el embalse Rapel en la Región de O’Higgins ha recibido un 87% más de agua este año en comparación con 2023. A pesar de estas buenas noticias, algunos embalses como Lago Chapo muestran un déficit respecto a un año normal, mientras que otros como Melado han registrado un aumento significativo del agua caída, reflejando un superávit del 76% sobre la media histórica. Este incremento en los niveles de agua embalsada es crucial para la estabilidad del sistema eléctrico chileno, reduciendo la dependencia de la generación térmica y contribuyendo a una mayor proporción de energía renovable en la matriz energética nacional.
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