El puerto rumano de Constanza se ha transformado en la tabla de salvación para la alicaída economía ucraniana. Hasta el momento, casi un millón de toneladas de cereales procedentes de Ucrania, son embarcados para ser llevados a otros países desde que empezó la guerra. Para asegurar la exportación, Estados Unidos se ha comprometido a construir silos de almacenaje de granos en territorio polaco. Sin embargo, ello no da abasto, ya que al menos hay 22 millones de toneladas de cereales de la cosecha 2021 que son prisioneras del bloqueo ruso.
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