Centenares de jóvenes y niñas afganas han debido migrar al vecino Pakistán, para poder seguir con sus vidas y poder seguir estudiando, debido a las continuas restricciones de los talibanes a la educación de las mujeres. Esta constante fuga de cerebros femeninos, dejará a un país sin un vital 50% de su población. Las universidades afganas están siendo visitadas solamente por hombres, mientras que la vida se torna más difícil cada día para las niñas y jóvenes féminas que continúan viviendo en el país. Los talibanes sólo les permiten a las chicas mayores de 13 años estudiar el Corán en las escuelas religiosas, lo que les brinda algo de independencia para poder ver a sus compañeras y amigas.
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