Con una orden de detención internacional en su contra, por supuestos delitos de crímenes de guerra, se encuentra el Presidente ruso, Vladimir Putin. Así lo dictaminó este viernes la Corte Penal Internacional (CPI), quién lo acusa de llevar a territorio ruso a más de 16 mil niños ucranianos en contra de su voluntad. Otra orden igual, fue formulada a María Lvova-Belova, comisionada presidencial rusa para los Derechos de los Niños. Si bien el fallo parece de enorme magnitud en lo legal, el problema es que hay varios países que no reconocen la jurisprudencia de la CPI, entre ellos Rusia, Estados Unidos, China, India y Pakistán. Sin embargo, para Ucrania, el hecho fue efusivamente recibido, a tal punto que el Ministro de Relaciones Exteriores, Dmytro Kuleba, felicitó al organismo Internacional, señalando “Los criminales internacionales pagarán por secuestrar niños y por otros crímenes internacionales”.
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