Sigue la razzia contra quienes han decidido levantar su voz desafiando la dictadura del gobierno religioso iraní. Ni la hija del ex Presidente Akbar Hashemi Rafsanyani, se salvó de ser condenada a cinco años de cárcel por el gobierno. Faezeh Hashemí fue inculpada de “incitar disturbios” en la capital Teherán, con motivo de las protestas iniciadas en septiembre de 2022. El peso de la ley se ha volcado no sólo contra ciudadanos iraníes, quienes han sido sus principales víctimas, sino también ha caído sobre extranjeros que se atrevieron a levantar su voz junto al pueblo. Es el caso del ciudadano belga, Olivier Vandecasteele, de 41 años, quién fue condenado a a una insólita pena de 40 años de prisión y 74 latigazos en público, acusado de espionaje y supuesta cooperación con los Estados Unidos, además de lavado de dinero.
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