Tras la entrega de nuevos datos del Censo realizado el 18 de mayo pero de 2022, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), de Argentina, entregó este jueves una suerte de radiografía de cómo la sociedad argentina se va hundiendo en su propia debacle económica. De los 12 aspectos abordados en los resultados de último informe, centrado en las condiciones habitacionales de las más de 17 millones de viviendas del país, sorprende la baja en la cantidad de casas con al menos una persona propietaria, cifra que cayó 10 puntos porcentuales en los últimos 20 años, y que en la ciudad de Buenos Aires generó directamente un estruendo, con una baja de 16 puntos porcentuales. Según analistas sociales, el informe eso sí, adolece de un error, ya que mezcla los dueños del terreno y la vivienda, por un lado, y los dueños que solo poseen la vivienda, por otro. La última situación, está intrínsecamente ligada con el escenario de “asentamientos informales”, categoría que quedó incluida en la categoría general «propietarios». En síntesis, los argentinos están perdiendo la calidad de propietarios de sus hogares. O por que las han venido o, lo que es mayoría, porque se las han quitado por no pagar. La solución, el aumento explosivo de lo que en Chile llamamos “poblaciones callampas”.
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