Justificando el cambio de objetivos militares, por la presencia de una “geografía diferente” a la que había cuando se inició la invasión a Ucrania, el Gobierno ruso mostró su verdadera cara. El Ministro de Relaciones Exteriores Ruso, Serguéi Lavrov reconoció que “no se trata sólo de Donetsk y Lugansk, sino también de la región de Jersón, Zaporiyia y otros territorios”. Con estos dichos, Moscú dejó claro su intención. Lavrov, declaró además que los objetivos cambiarían aún más, si Estados Unidos sigue entregando lanzacohetes de largo alcance como los HIMARS.
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