En un contexto de creciente tensión diplomática, el expresidente estadounidense Donald Trump confirmó haber mantenido una conversación telefónica con el mandatario venezolano Nicolás Maduro. El diálogo se produce mientras Estados Unidos mantiene acusaciones formales contra Maduro por presuntamente liderar una organización dedicada al tráfico de drogas, lo que ha motivado un significativo despliegue militar estadounidense en la región del Caribe. Trump se refirió a la conversación de manera ambigua, señalando que «no diría que salió bien ni mal. Fue una llamada telefónica», según declaraciones recogidas por medios internacionales. Esta postura contrasta con las recientes advertencias del expresidente, quien había calificado el espacio aéreo venezolano como «cerrado» y anunciado que las operaciones antidrogas «por tierra» comenzarían «muy pronto». El despliegue militar estadounidense, que incluye el portaaviones más grande del mundo desplegado desde septiembre, ha elevado significativamente las tensiones entre ambos países. Representantes del Congreso estadounidense han revelado que se ofreció a Maduro la posibilidad de exiliarse en Rusia u otro país, aunque han enfatizado que no existe intención de enviar tropas a Venezuela, sino más bien proteger las costas estadounidenses.bLa situación refleja la complejidad de las relaciones bilaterales, donde las acusaciones de narcotráfico se entrelazan con consideraciones geopolíticas estratégicas, manteniendo la incertidumbre sobre el futuro desarrollo de este conflicto diplomático.
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