Investigadores chinos han logrado avances significativos en la tecnología de los drones, con el desarrollo de un modelo alimentado por energía solar, llamado CoulombFly. Este robot aéreo pesa solo 4 gramos y está alimentado por diminutos paneles solares. El CoulombFly, tan pequeño como un colibrí, hasta ahora solo ha sido probado en condiciones de luz solar natural durante una hora. A pesar de este período de prueba limitado, los científicos creen que su método podría conducir a la creación de drones del tamaño de un insecto, capaces de permanecer en el aire indefinidamente. Los investigadores realizaron una prueba de durabilidad del CoulombFly durante una hora, durante la cual el dron permaneció en vuelo sostenido. Dijeron que «este experimento demuestra la excelente estabilidad y durabilidad de los motores electrostáticos, proporcionando una base para el desarrollo futuro de microvehículos aéreos (MAV) de larga duración». Los investigadores reconocen limitaciones con la disponibilidad de luz solar y la humedad. Sugieren que «en el futuro, el vehículo podrá funcionar con una combinación de baterías recargables y células solares, lo que potencialmente permitirá operaciones de vuelo las 24 horas». Esta solución podría mejorar la adaptabilidad ambiental del dron, permitiéndole mantener el vuelo en condiciones de baja intensidad de luz o incluso sin luz.
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