El rey Carlos III fue coronado este sábado como soberano del Reino Unido en la Abadía de Westminster, en una solemne ceremonia religiosa que data de hace casi mil años. El rey y su esposa, la reina Camilla, viajaron desde el Palacio de Buckingham hasta la Abadía de Westminster, una distancia de 2,2 km, a paso majestuoso en el Diamond Jubilee State Coach, con una corona dorada, que fue encargada por la reina Isabel II en 2012. El rey entró por la gran puerta oeste de la abadía. Llevaba una túnica larga de color rojo oscuro mientras avanzaba lentamente por la iglesia detrás de su esposa, Camilla. Fue recibido por una congregación de alrededor de 2200 personas, compuesta por jefes de estado y de gobierno, miembros de la realeza mundial y personalidades de todo el mundo. La Abadía de Westminster ha sido escenario de todas las coronaciones británicas desde la de Guillermo el Conquistador en 1066 y el rey Carlos III y su esposa, la reina Camila, siguieron los pasos de esta gran tradición.
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