En medio de la maraña judicial que está envuelta la multitienda “La Polar”, acusada por varias marcas de vender prendas falsificadas, la compañía se ha defendido sosteniendo que las acusaciones carecen de asidero. La empresa sostiene que su único delito ha sido comercializar ropas originales, pero de segunda selección, es decir, que no han pasado los estrictos controles de calidad, por mínimos detalles, un ojal cerrado, falta de un botón, una costura mal hecha. Lo que no contaba, es la reciente revelación de un documento secreto, donde reconoce a Columbia, haber adquirido en 2021 -de buena fe- productos con su marca no originales, a través de un proveedor extranjero. La empresa norteamericana, no habría iniciado acciones legales, porque creyó que la tienda había sido “engañada”. Eso sí, le pidió a cambio destruir toda la mercadería falsa, promesa que al parecer la multitienda no respetó. Tras las últimas demandas, La Polar lanzó la campaña “las marcas viven en quién las usan”, insistiendo que comercializa solo prendas originales.
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