Acusado de ser “alborotador”, un joven iraní de 23 años de edad, de nombre Mohsen Shekari, fue ahorcado este jueves por sus graves “crímenes” contra el gobierno islámico iraní. Su gran crimen, haber participado activamente en las protestas callejeras contra el régimen del presidente Ebrahim Raisi, tras la muerte de la joven Mahsa Amini. La sentencia fue cumplida ayer en la mañana, pese a los inútiles intentos de salvarle la vida. Raisi intenta, con medidas como la pena de muerte, disuadir a los manifestantes y terminar de raíz con las protestas. Según reportes de la disidencia, hay otras 10 personas condenadas a la misma pena capital. La Organización Iran Human Rights (IHR) apela a las autoridades internacionales a que presionen para que se detengan estas condenas. Amnistía Internacional señala que el número de condenados llegaría a 28 y habría unas 15.000 personas detenidas.
Suscríbete al boletín:
Suscribete Gratis