El Papa Francisco cambió de planes este sábado en su visita a Bahrein, para administrar a la pequeña comunidad católica del Golfo Pérsico, unas 80.000 personas, inmigrantes la mayoría y procedentes de Filipinas, India o Sri Lanka, presidiendo una gran misa al aire libre. Allí, se reunió con cerca de 800 jóvenes, alumnos del colegio católico Sagrado Corazón, donde tuvo el noble gesto de darles un pequeño consejo paternal: “no solo busquen en Google sus preguntas sobre la vida o tomar decisiones, les dijo. En su lugar, busquen un padre, maestro o abuelo que pueda ofrecerle una mejor orientación”. Esta es la primera visita de un Santo Padre católico a esta región del Islam, que en el caso de Francisco, la hace postrado en una silla de ruedas, debido a sus complicados problemas de rodillas.
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