Con el fin de impedir la migración ilegal por el territorio de Arizona, el gobernador Doug Ducey apoyó la idea de instalar contenedores de carga de unos 5 metros de alto y 6 kilómetros de largo en plena frontera. En respuesta a la instalación de este “muro de la vergüenza” el Ejecutivo norteamericano demandó al Estado de Arizona y al gobernador Ducey por estar invadiendo territorio federal. Ducey va de salida del cargo y en tres semanas más asumirá la demócrata Katie Hobbs, quien está en contra de la iniciativa. Por su parte, Ducey se defiende diciendo que los contenedores tenían un carácter de “temporales” y se compromete a retirarlos, pero espera que el Gobierno informe cuándo terminarán el muro. “Necesitamos soluciones serias en nuestra frontera, con la contribución de líderes y comunidades locales. Apilar contenedores de carga no es una solución productiva”, señaló el secretario de Agricultura, Tom Vilsack, debido a que los contenedores han dañado bosques nacionales protegidos y hecho peligrar la vida silvestre.
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