Según relata el coganador del Premio Nobel de La Paz de este año, el ruso Yan Rachinsky, director del Centro de Derechos Humanos Memorial (HRC), las autoridades de su país le presionaron para que no aceptara recibir el premio. Según el galardonado, las razones de la orden de Moscú para rechazar el Nobel de la Paz, sería que las otras dos organizaciones ganadoras, una ucraniana y otra bielorrusa de oposición, fueron consideradas “inapropiadas” por el gobierno Vladimir Putin. «En la Rusia actual, no se puede garantizar la seguridad personal de nadie», expresó Rachinsky, aún así, decidió no aceptar el consejo de las autoridades rusas.
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