Once funcionarios de Gendarmería, entre ellos dos oficiales, además de una mujer civil, que les habría prestado colaboración, fueron detenidos en la Región de Coquimbo y Metropolitana, acusados de internación y venta de armas a los internos. El operativo realizado de sorpresa este viernes incluyó la intervención de domicilios particulares de los detenidos, como también de cinco unidades penales en ambas regiones. Con la detención de los cinco -ahora- exgendarmes, se desbarató una compleja red que usufructuando de su condición de garantes de la vigilancia de los reos, realizaba transacciones comerciales con los líderes de la población penal, logrando importantes ganancias personales. El operativo contó con el apoyo del Departamento de Investigación Criminal (Dicrim) de Gendarmería, más el OS9 y el GOPE de Carabineros. A cargo de la investigación penal, quedó el fiscal regional Marcos Pastén, de la Fiscalía Metropolitana Occidente, quién lideró la detención de los imputados, acreditando finalmente los delitos por los cuales se les acusa. La investigación, se ha declarado en reserva, por lo cual la información emanada tanto de la fiscalía, como de Gendarmería, se encuentran acotadas, mientras no se cierre la misma. Los doce detenidos fueron traslados a Santiago, bajo fuertes medidas de seguridad, donde serán sometidos a más interrogatorios y a la correspondiente formalización en tribunales.
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