Fue una guerra de goles. Si bien era la última oportunidad que tenía Chile para poder seguir “con vida” en la lucha por un cupo para el Mundial, su necesidad de triunfo, pudo más que los miedos y el derrotismo. Pese a que comenzó perdiendo tras el tanto de Jefferson Savarino quién anotó a los 11º, tras un error en la salida de Brayan Cortés. Cuando se creía que la noche se vendría con todos sus fantasmas, un goleador de raza le devolvió el alma a la selección nacional. A los 20 minutos Eduardo Vargas recibió en el área, remató y la mandó al fondo de las redes. Como en el póker, la VinoTinto no se quedó tranquila y dos minutos más tarde, a los 22º, se pusieron nuevamente arriba en el marcador, tras aprovechar un inexcusable error de Paulo Díaz, que aprovechó Rubén Ramírez para marcar el empate a dos. Pero esta era una noche de guerra de goles. Siete minutos más tarde, a los 28º, Gabriel Suazo disparó al arco y la terminó desviando Tomás Rincón, dándole el empate a La Roja. A esa altura todo indicaba que Chile se impondría como local. A los 38º, Lucas Cepeda marca su primer tanto personal y pone el 3-2 a favor de la Roja en el Estadio Nacional. Así se fueron al descanso. En la segunda etapa, a los 47º, nuevamente Cepeda marca su segunda diana, dejando el marcador 4×2 a favor de Chile. Aunque tras su ingreso, Luciano Cabral marcó un quinto tanto, éste fue anulado por el VAR. Chile pasó la prueba y llegó a los 9 puntos, dejando a Perú en el último lugar de la tabla.
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