El mundo mira con temor los ataques bélicos entre Israel y Hezbolá en las zonas fronterizas, en el Líbano, los cuales escalan a ser el preludio de una eventual “catástrofe“, según advirtió el portavoz del secretario general de Naciones Unidas, Stéphane Dujarric. La tensión llegó a su punto máximo, luego de que entre el 17 y 18 de septiembre explotaran cientos de beepers y walkie-talkies en manos de miembros de Hezbolá, matando a 37 personas e hiriendo a más de 2 mil. El gobierno del Líbano y Hezbolá calificaron la acción como una “declaración de guerra” y la atribuyeron a Israel. El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, anunció este jueves un refuerzo a través del desvío de recursos y fuerzas en las operaciones bélicas en la frontera norte”. Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, sostuvo: “Dije que devolveríamos a los residentes israelíes del norte sanos y salvos a sus hogares y eso es exactamente lo que haremos”. En respuesta, a los ataques del Líbano, el líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, descartó esta posibilidad. “Ustedes nos han desafiado y nosotros. Les digo a Netanyahu y a Gallant, no lograrán ese objetivo. No podrán hacer que esa gente regrese al norte. La única manera de lograrlo es detener la agresión contra Gaza y Cisjordania“, señaló.
Síguenos en:
Suscríbete al boletín:
Suscribete Gratis
