Sigue escalando la tensión entre Pakistán e Irán, luego del ataque aéreo de este miércoles por parte del gobierno de Teherán, a suelo pakistaní a dos bases pertenecientes al grupo terrorista baluchi, Jaish al-Adl, que mató a dos niños. En respuesta a ello, este jueves Pakistán atacó objetivos en Irán. Islamabad habría bombardeado también bastiones de dos organizaciones separatistas baluchis, pero esta vez afincados en Irán, el Frente de Liberación de Baluchistán y el Ejército de Liberación de Baluchistán, dejando un saldo de al menos nueve personas fallecidas en el ataque, dijo Reuters. Pakistán dijo que varios terroristas murieron en la operación «Marg Bar Sarmachar. La atención internacional está puesta en el temor que toda la región se involucre en guerras fragmentadas, que podría desestabilizar las democracias de la zona. Solo es cosa de ver como Irán llevó a cabo operaciones militares en tres países distintos: Siria, Irak y Pakistán, argumentando que forma parte de su plan de exterminio de fuerzas terroristas de Baluchistán. Y si a ello se suma, el conflicto que Israel mantiene con el grupo palestino Hamás en Gaza y su permanente intercambio de fuego con el grupo Hezbolá, respaldado por Irán en Líbano, el escenario se ve poco optimista para imaginar tiempos más tranquilos.
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