La NASA liberó sus protocolos para manejar las muertes de astronautas y los cuales están diseñados para ser dignos. En caso de que un astronauta muera en el espacio, sus compañeros de tripulación primero intentarán revivirlo. Si no tienen éxito, se confirmará su fallecimiento y se notificará al control terrestre de la NASA. Luego se informará a la familia del astronauta y el cuerpo será devuelto a la Tierra para su entierro o cremación. Sin embargo, si alguien pierde la vida en el camino a Marte, es probable que el cuerpo regrese con la tripulación al final de la misión, lo que podría ser años después. Hasta entonces, los restos se mantendrían aislados en una cámara separada o en una bolsa para cadáveres especializada. Aunque es poco probable, si los astronautas alguna vez pisaran el espacio sin la protección de los trajes espaciales, morirían casi de inmediato. Dadas las condiciones en el espacio, las personas no podrían respirar y la falta de presión haría que los fluidos corporales hiervan. Si un astronauta llega a fallecer en el espacio, la prioridad inmediata sería devolver al resto de la tripulación a salvo a la Tierra.
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