A 60 dólares por barril, fue fijado el precio máximo del petróleo ruso, luego de una negociación, a días de que entre en vigencia el embargo a la compra de combustible fósil indicado por el G-7. Este valor está asociado al petróleo que llegue por carga marítima, no a la que llegue vía oleoducto como es el caso de lo que compra Hungría, que es dependiente a la energía proporcionada por Rusia. La decisión fue tomada el viernes por la Unión Europea, como una de las medidas de represalia a los ataques efectuados por Moscú a Ucrania. Por su parte Grecia, Malta y Chipre, que tienen flotas navieras involucradas en el transporte del crudo, votaron en contra de la medida. Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, señaló que la iniciativa “reducirá aún más los ingresos de Rusia” para impedir que los invierta en material bélico contra Ucrania.
Suscríbete al boletín:
Suscribete Gratis