Sebastián Fuentes Barraza
Sociólogo
David Grusch, oficial retirado de la fuerza aérea estadounidense, aseguró sin dar prueba alguna, que el gobierno de Estados Unidos posee vehículos de origen no humano (léase extraterrestres), y que recuperaron una aeronave con restos biológicos no humanos (léase extraterrestres). Su testimonio no solo contribuyó a alimentar conspiraciones y foros de lo paranormal, sino también provocó que la NASA creara un comité para realizar un informe sobre las sospechas de vida extraterrestre. A la espera de dicho informe y suponiendo que hay naves extraterrestres surcando los cielos de la tierra, podemos elucubrar acerca de ellas.
Hasta hoy, nunca un Objeto Volador No Identificado (OVNI) descendió a la tierra voluntariamente. A raíz de ello, ha nacido la fantasía tan recurrente en los Estados Unidos, de la nave estrellada en una zona despoblada que, tras un operativo de rastreo en el absoluto secretismo, queda a disposición de científicos del país que la encuentra. Por ahora, sin datos comprobables de naves estrelladas, pero con muchos testimonios de avistamientos, la pregunta es ¿por qué las supuestas naves no descienden? Dos posibles respuestas.
Primera respuesta: no hay interés en descender. Existe en nuestro planeta una tribu de las amazonas sin contacto con la civilización, los llaman “los indios aislados del alto Humaitá”. Han sido fotografiados en un par de ocasiones por helicópteros (OVNIS para ellos) y se comprobó que viven en un estado similar al neolítico. Dada la hostilidad de la tribu, no hay interés alguno en contactarlos, salvo que a futuro se requiera del territorio que habitan. El planeta tierra podría ser un caso similar para los extraterrestres.
Segunda respuesta: tienen la orden de no descender. Cuando se descubrió América, en Europa se generó interés por el nuevo mundo, pero España y Portugal con sus procesos de conquista, cambiaron dramáticamente la vida de los autóctonos y fueron objetivo de críticas. Así, se podría pensar que una civilización extraterrestre ha establecido la orden de no descender al planeta tierra y de solo vigilarlo, por funestas consecuencias de antiguos contactos.
Para ambos casos, se estaría hablando de una sola civilización extraterrestre, o más de una pero comunicadas entre sí, dado lo impensado que sería que distintas civilizaciones, en distintos puntos del espacio y sin comunicación entre ellas, actuaran de igual forma, es decir, no contactando con la tierra pese a tener los medios para hacerlo. Si la situación cambiara y OVNIS tripulados decidieran tomar contacto, la humanidad podría enfrentar un cambio perpetuo de su condición. Al enfrentarse a otra civilización extraordinariamente más avanzada, las opciones serían ser civilizada, conquistada o destruida. La humanidad libre se transformaría en alumnos, esclavos o en la nada.
Hasta aquí con el análisis de naves, quedará para otros el análisis de posibles colores y morfologías alienígenas. En ausencia de pruebas, junto al informe de la NASA, cada terrícola podrá hacer su informe y seguiremos con las sospechas.
El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de Publimicro.
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