Los Republicanos han hecho pública su decisión de no obstaculizar el proceso constitucional alrededor de la nueva Carta Magna. Según el reglamento del proceso, se establece una última votación crucial donde el texto completo debe contar con el respaldo de al menos 3/5 de los consejeros para avanzar. El consejero Luis Silva calificó de «absurda» la posibilidad de dejar caer la propuesta en el último día debido a la falta de quórum. Esta declaración llega después de que el pleno culminara la votación del capítulo de administración del Estado y aprobara el referente a las Fuerzas Armadas y Seguridad Pública. Este último capítulo otorga rango constitucional a la justicia militar y establece la creación de una policía fronteriza. La decisión de los Republicanos de no bloquear el proceso constitucional asegura que el plebiscito para la aprobación de la nueva Constitución continúe según lo planeado, marcando un hito importante en el proceso democrático del país.
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