Un alto funcionario de Qatar, involucrado en la organización de la Copa del Mundo de su país, finalmente reconoció que el número de muertes de trabajadores migrantes durante la construcción de los estadios para el torneo «habría sido entre 400 y 500». La confesión, que por primera vez, se hace pública, sobre todo con un número drásticamente más alto que cualquier otro ofrecido anteriormente por Doha, remeció las salas de prensa de todo el mundo. El comentario de Hassan al-Thawadi, secretario general del Comité Supremo para la Entrega y el Legado de Qatar, pareció surgir espontáneamente como si nada, durante una entrevista con el periodista británico Piers Morgan, lo que da luces de la prácticamente nula importancia que el gobierno qatarí le habría dado a estas muertes.
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