Treinta y seis personas murieron y un número no determinado están desaparecidas, producto de las inundaciones que han provocado deslizamientos del suelo, llevándose casas consigo en el Estado de Sao Paulo, Brasil. Al menos unas 50 casas fueron arrasadas con sus habitantes atrapados entre el lodo. Las casas destruidas no solo son las económicas sino que también las de alto valor, debido a la fuerza del agua. Felipe Augusto, Alcalde de Sao Sebastiao, ciudad costera en el Estado de Sao Paulo, señaló “Todavía no hemos medido la magnitud de los daños. Estamos tratando de rescatar a las víctimas”. Por su parte el Presidente brasileño Lula da Silva expresó por Twitter, sus condolencias a las familias por las pérdidas de sus familiares. “Vamos a unir todos los niveles de gobierno y con la solidaridad de la sociedad, atender a los heridos, buscar a los desaparecidos, restaurar las carreteras, las conexiones eléctricas y las telecomunicaciones en la región”. En la región se suspendieron los desfiles y carnavales programados.
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