1.000 misiles de largo alcance planea desplegar Japón, ante la constante amenaza china en la zona, especialmente tras la tensión con Taiwán, donde varios misiles del gigante asiático cayeron sobre aguas japonesas durante los ejercicios militares. Si bien la decisión japonesa es radical, esta va más allá, decidiendo cambiar los misiles de alcance de 100 kilómetros por unos de 1.000 kilómetros, que le permitiría alcanzar territorio chino y de Corea del Norte, si fuera necesario. Asimismo, se piensa modernizar los sistemas para lanzar estos misiles y los barcos de guerra.
